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lunes, 1 de noviembre de 2010

Aunque siga brillando la luna



"Spender sacó su arma, y se oyó un zumbido apagado.La primera bala alcanzó al hombre de la izquierda, la segunda y la tercera a los que estaban a la derecha y en el centro de la mesa. Cookie, de cara al fuego, se volió horrorizado y recibió la cuarta bala. Cayó de espaldas sobre las llamas y se quedó allí mientras las ropas le empezaban a arder.
El cohete yacía a la luz del sol. Tres de los hombres estaban sentados, inmóviles, con las manos sobre la mesa.el desayuno se enfriaba ante ellos"...

Ilustración de la novela de Ray Bradbury "Cronicas Marcianas".

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